Éste es el fragmento del documento que contiene el famoso término "cruzada":
«(...) Siendo la guerra uno de los azotes más tremendos de la humanidad, es a veces el remedio heroico, único, para centrar las cosas en el quicio de la justicia y volverlas al reinado de la paz. Por esto la Iglesia, aun siendo hija del Príncipe de la Paz, bendice los emblemas de la guerra, ha fundado las Ordenes Militares y ha organizado Cruzadas contra los enemigos de la fe.
No es este nuestro caso. La Iglesia no ha querido esta guerra ni la buscó (...).»
Y en este enlace podéis leer la carta completa:
Carta colectiva obispos 1-VII-1937
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